martes, 6 de marzo de 2007

sOL ...

El cielo me conserva vil y pasajero, me absorbe y deja ser en el más puro infierno del servicio a los demás. Soy franco respiro de energía en el universo. Preso del delirio del cansancio, de la roja esclavitud y las marchas resonantes de mi única virtud.

La vida se parte desde lejos y mi vitalidad es bocado de la risa, el estornudo y el destello. Soy mar de mil deseos contenidos, todos bruscos parientes del profundo miedo de perderme de tus brazos, tu lamento y tu resolución.

Soy llama del presente y del pasado. Soy luz y alma de tierras encontradas. El fresco cantar de una especie anuncia mi llegada en símbolo de vida, sonrisa y oportunidad.

El canto anuncia mi llegada, más mi eterna carcelaria es la perpetuidad.

LUNA


Te alumbra mi mirada
de eterno resplandor
Te sacia mi sabiduría
de un mundo mayor
Te cubre mi manto
negro de tul
Te inspira mi orbe
llena de luz

Y te dejo ser
soy tu cómplice
Y te dejo ver
soy la noche

Soy tu refugio en la oscuridad
donde brota tu intención
Soy el caudal por el cual
corren rios de emoción
Soy el portal, el umbral
de tus sueños inconscientes
Soy aquella que promete
libertad para siempre.




lunes, 5 de marzo de 2007

Esto me pareció muy gracioso :)




I've walked for miles
---I've walked for miles---


The road is different
when
you
are
there

I rather walk alone
I will not let you
join me
join me
join me



They say that
If you say it 3 times
IT BECOMES TRUE


This is a petition
Not a request
This is confesion
Not a complaint
(join me)

domingo, 4 de marzo de 2007

Vestigios de un suspiro


El retazo de papel suscitó un suspiro en los pulmones de la niña, el olor a humedad la hizo estornudar y comprender que del pasado no quedaba más que un cofre.

Sus pies se movían con la ligereza de una pluma y sus brazos guiaban el dulce andar de su memoria.

Sus ojos se abrían ante el nuevo escenario: brusco y agresivo retrato del hoy; y al ritmo del latido, pronunció una sonrisa.

Tomó el cáliz en signo de esperanza y de entre todo el bosque sumido a su presencia, eligió la raíz más indefensa para que bebiera de su virtud.

Así, presente al retablo, el miedo cerró sus ojos: vestigios de un lamento que el aroma encerrado invadió, abriendo los sentidos a un nuevo porvenir.

Y fueron pasando ante el suspiro los saberes, como vagones de un tren congelado en el olvido:

No hay eternidad sin amor, no hay recuerdo sin sueño, no hay paisaje sin dolor, no hay historia sin dueño.

El ayer, su fiel compañero, la ayudó a comprender que vivir en la penumbra deseando lo que el destino se empeña en negar, es vivir en la agonía por la frustración de no ponernos saciar.